Últimamente estamos de lo más reflexivos por aquí, pero el otro día en una videoconferencia salió este tema y la verdad es que muchas de las aportaciones me parecieron muy interesantes. ¿Cómo serán las casas tras el COVID 19? El caso es que me he puesto a leer y pensar sobre el tema y he querido plasmarlo en el blog. Al igual que muchas veces me gusta adelantar tendencias que veo en las ferias y me encanta intentar descifrar cómo será la decoración en futuras temporadas, hoy os traigo algunos datos y algunas percepciones propias y me encantaría saber qué opináis sobre el tema. ¿Vivir tantos días confinados ha provocado que tengamos otra percepción sobre nuestra casa?
El primer dato que quiero aportaros es un estudio del portal inmobiliario Idealista que podéis leer aquí, y que constata como las búsquedas de vivienda en las grandes capitales han disminuido mientras que crecen en pequeños municipios, alejados de las ciudades. Muchos españoles según Jesús Espinar, jefe de estudios de dicha empresa “se han dado cuenta de que viven en un casa que nos les gusta, y preferirían vivir en zonas menos céntricas a cambio de disponer de más metros cuadrados, mayor luminosidad, jardines o terrazas” Yo, cómo es lógico si conocéis el proceso en el que me embarqué hace unos meses, no puedo estar más de acuerdo y más feliz con la decisión que tomé de trasladarme al Pirineo.
Otro de los aspectos que hemos aprendido tras esta pandemia es que los espacios exteriores de nuestras viviendas son muy importantes. Llevamos muchos años en que era habitual cerrar la terraza para ganas algunos metros para el salón. Sin embargo creo que ésto nos lo pensaremos mucho más a partir de ahora. Las terrazas y balcones se han convertido estos días en una vía de escape, y con la llegada del buen tiempo, hemos aprovechado cualquier minuto disponible para salir fuera, tomarnos un aperitivo o sentarnos un ratito en busca de la ansiada vitamina D. Por eso creo que en el futuro se van a potenciar estos espacios y que se buscará cierta continuidad visual entre el interior y el exterior.
Una tendencia que desde luego creo que está aquí para quedarse es el teletrabajo. Las empresas se han dado cuenta de que sus trabajadores han podido trabajar eficazmente y conectarse en equipo, a pesar de estar cada uno en sus casas. De igual manera, los niños han seguido “conectados” al colegio desde casa. Y por eso, y en previsión de que esta situación pueda alargarse una temporada o incluso repetirse en el futuro, creo que disponer de un espacio donde poder llevar a cabo tu jornada laboral en casa será otro de los aprendizajes tras el COVID-19. Si recordáis os dejamos hace unas semanas un post con algunas recomendaciones de miembros de nuestro equipo (aquí), acostumbrados a teletrabajar desde hace años. Y por supuesto creo que mucha gente se planteará tener un espacio de despacho permanente en sus hogares, que les permita desarrollar su jornada de trabajo cómodamente.
Otras de las cuestiones que he leído mucho en estudios de mercado estos días es cómo las tendencias de consumo van a variar, y no sólo por la crisis económica que se vaticina. Ya partíamos de una base en que se buscaba un consumo mucho más sostenible, y creo que esto se va a intensificar. Al pasar tanto tiempo en nuestras casa, muchas personas se han dado cuenta de lo importante que es vivir en espacios que nos resulten atractivos y confortables, rodeados de objetos que realmente nos gusten. Por eso creo que nos libraremos de aquellos muebles y piezas que hemos descubierto que son innecesarias (o que estéticamente no nos gustan) para sustituirlos por otros que nos aporten felicidad.
De pronto hemos “redescubierto” nuestra casa y mi pregunta es: ¿Os gusta la vuestra? ¿Creéis como yo que el COVID-19 traerá cambios a nuestros hogares?
