Hace unos días tuvimos una reunión virtual en Liderlamp y comentamos qué podía hacer cada una de nosotras para ayudar. Y yo, María Pazos, la redactora del blog, estuve pensando que podría ser útil que os contase que llevo ya 10 años teletrabajando. Por eso en este post os voy a dar algunos consejos útiles desde mi experiencia, por si de repente os habéis visto en esta situación. La verdad es que en un principio tuve un régimen mixto. Trabajaba en una revista y acordé con mi jefe acudir a la redacción, que estaba en Santander, dos semanas durante el cierre del número, y el resto del tiempo mi jornada laboral transcurría en mi casa de Madrid. Después, ya por mi cuenta son 8 años con mi “oficina” montada y feliz de de poder hacerlo así. Doy por supuesto, que muchos de vosotros os habéis visto forzados a esta situación, por eso me voy a enfocar en tres estrategias que han resultado productivas para mí. Entiendo que hay toda una casuística difícil de contemplar, no todos disponemos de una habitación específica para este uso y además estos días se suma que están los niños en casa, y la operativa se complica. Así que he intentado ceñirme a algunos consejos generales que creo que pueden serviros.
Configura un espacio de trabajo
Como os he comentado, yo cuento con una zona en mi casa, en el piso superior, alejada de las zonas comunes y por lo tanto del ruido, lo que me es muy útil no sólo para concentrarme cuando hay más gente en casa, si no para establecer una especie de esquema mental. Es mi espacio de trabajo y cuando estoy allí me aislo del resto de la casa. Con ésto quiero decir que da igual si hay tareas de la casa por hacer, mi escritorio está ordenado y tengo a mano lo que necesito para trabajar y por lo tanto me enfoco en ello, rodeada de cosas que me gustan: una vela de violetas, mis libretas, mis útiles de papelería y mi ordenador. Tal vez tu situación sea muy puntual, y no quieras hacer grandes cambios, o simplemente no dispongas del lugar donde colocarlo. Pero mi recomendación es que en la medida de lo posible elijas el mismo lugar para trabajar cada día, y lo prepares para estar lo más cómodo posible. Quizás puedas mover algún mueble y colocar la mesa cerca de la luz natural, o colgar una lámina que te haga sentir a gusto. Y se creativo, porque estoy convencida de que el teletrabajo es el futuro y siempre va a venirnos bien buscar algún rincón de nuestras casas desde dónde poder desarrollarlo. Mi amiga Carmen hizo algo parecido a lo que veis en la imagen predecente, a base de un escritorio y unas baldas voladas en un hueco de su dormitorio desaprovechado y creo que puede ser una solución perfecta para pisos donde no sobran los metros.
Establece un horario
Trabajar en casa tiene ventajas (muchas) e inconvenientes, como todo en la vida. Recuerdo que al principio me levantaba cada pocos minutos porque recordaba que había puesto una lavadora, o porque iba a la cocina a por un vaso de agua, la encontraba sin recoger y me ponía a ello. Conclusión: me agobiaba porque no me centraba en ninguna tarea. Así que descubrí que lo más productivo para mí era establecer un horario para cada cosa. E imponerme mentalmente cumplirlo. Si estoy en horario de “oficina”, me pongo mi playlist, depende del trabajo que me toque ese día o del humor en que me encuentre, y a por ello. E igualmente cuando toca desconectar, apago el ordenador y me dispongo a continuar con el resto de mi horario. En mi caso reconozco que es fácil, porque sólo tengo que bajar al piso de abajo. Tú deberías guardar el portátil en un armario y decirte que has terminado por hoy. Y creedme que ésta es casi la parte más difícil, aprender a desconectar de verdad. Un tip: si de repente recuerdas algo importante, pero no urgente, escribe una nota y pégala en tu escritorio, pero no enciendas el ordenador, porque puedes entrar en un bucle infinito y a la larga, puede ser contraproducente para tu descanso. Estos días claro, comparto la casa con mi marido y mis hijos. Así que el horario cobra más importancia que nunca. Cada uno tenemos nuestro sitio desde el que trabajar o estudiar y procuramos que coincidan las horas y así establecer nuestra rutina diaria entre horas de trabajo y horas en familia. Pero si no es así, sería conveniente establecer turnos y que todo el mundo pueda encontrar su hueco. Y por supuesto, comentad si vais a hacer alguna tarea que requiere del silencio de los demás. Mi marido por ejemplo tiene muchas videoconferencias, así que necesita un espacio cerrado, donde no le lleguen los ruidos de la casa. Ha elegido la habitación de Julia, al estar alejada del salón y la cocina, y los niños han entendido que deben respetar ese espacio.
Se flexible
Al escribir este post, he tenido muy en cuenta la situación especial en la que nos hallamos inmersos. No es lo mismo empezar a trabajar desde casa por iniciativa propia, ya que has decidido emprender tu propio negocio, que verte obligado a hacerlo por un confinamiento. Además hay que sumar que estamos toda la familia en casa, hay que cocinar varias veces al día, mantener todo recogido (pues si contamos con ayuda en casa, ahora mismo no puede acudir a nuestro domicilio) y supervisar a nuestros hijos con sus tareas escolares. Mi consejo es que si puedes permitírtelo, y trabajas en equipo pero puedes gestionarlo individualmente, busques tus huecos para trabajar. Con ésto me refiero a que no todos somos productivos a la misma hora. Yo por ejemplo, no suelo quedarme por la noche trabajando, estoy cansada y noto que me cuesta mucho concentrarme. Así que prefiero, si es necesario, adelantar el despertador y sentarme en mi despacho a las 7 de la mañana. Es una de las ventajas de estar en casa, que en muchas ocasiones, podemos aprovecharlo y adecuar el ritmo de trabajo a cuestiones personales. Otro truco es apuntar en mi bullet jornal (aqui) qué tareas debo sacar adelante cada día y también establecer qué es prioritario. Y sobre todo el consejo más importante, ser realista y saber con qué tiempo real contamos. Os lo explico, pongamos que normalmente una jornada de trabajo consta de x horas al día (aquí cada uno debe establecer las suyas) Pero siendo sinceros, si el miércoles voy a tener una videoconferencia con un cliente, y luego me toca explicar el tema de Naturales a mi hija, debo contar con ello y saber que ese día tendré menos tiempo material para escribir el post de este blog, por ejemplo.
Espero que estos consejos os hayan servido para pensar en cómo organizaros estos días. Desde aquí os mando mucho ánimo y un beso enorme. Es complicado, yo también he debido hacer algún ajuste esta semana, pero menos el contacto con los compañeros y esos cafés tan divertidos, os aseguro que no echo de menos nada más trabajando desde mi casa. Ya me contaréis si le acabáis cogiendo el gustillo.