Últimamente teníamos la sensación de habernos metido en la rueda de nuevo. Empiezas el año jurándote que te vas a tomar las cosas con calma, pero a los pocos días ya vives acelerado, pendiente del teléfono, de los millones de mensajes de Whatsupp, de los emails. Y es cuando te das cuenta de que ni siquiera encuentras el tiempo para tomar ese café “arreglamundos” con una amiga… Eso nos hizo recordar uno de los hashtag que creamos en esa red social hace unos años “mi momento slow” y que propició que nos conociésemos muchos de nosotros.
Se trataba precisamente de eso, de parar y reflejar un momento de tu vida del que estuvieses disfrutando. Siendo consciente de lo que ese instante te estaba proporcionando. Y enseguida pensamos en Anna de Floritismo y de sus maravillosos talleres florales, una verdadera terapia para todos aquellos que asisten (podemos dar fe de ello) por la manera en que Anna hace vivir la experiencia a sus alumnos. Porque no se trata sólo aprender a componer las flores en un jarrón, formando un determinado ramo. Anna ama las flores y lo trasmite con dulzura y delicadeza.
Quizás una de las cosas que más nos llamó la atención fue cómo ella ha creado todo un ritual a la hora de llegar a casa y disfrutar de toda la magia de las flores. Así que le pedimos que nos inspirase con algunos consejos para vivir ese momento con precisión, para dejar atrás preocupaciones y todo el ruido del exterior y centrarnos en exprimir todas las sensaciones que nos pueden proporcionar los tulipanes, las rosas, las anémonas, las peonias y las múltiples especies que Anna cultiva en su granja de flores. Y ella, siempre tan generosa, nos ha mandado algunas pautas para disfrutar de este momento:
❝Aún no se en que momento nuestras vidas se convirtieron en una carrera en sprint perpetua. Vamos siempre corriendo aunque no tengamos prisa. No nos solemos parar a pensar en ello, porque no tenemos tiempo para pensar, porque parar no entra en nuestros planes.
Pero es tan necesario parar, desconectar y silenciar nuestros pensamientos como lo es para un coche repostar gasolina. Es necesario desconectar para poder volver a conectar.
Te propongo un ejercicio muy simple que a mí me ayuda mucho a bajar las revoluciones en momentos difíciles: Arreglar flores.
No necesitas comprar un ramo o un arreglo carísimo, de hecho recomiendo comprar las flores directamente desArregladas, porque es el hecho de trabajar con ellas es lo que nos sirve de terapia.
Recomiendo encontrar un momento tranquilo, sin distracciones ni prisas. Puede ser ese rato después de comer o cuando llegas a casa y aún te quedan unos minutos para empezar con la rutina de baños y cenas. Es importante que nadie te interrumpa, así que asegúrate de mandar bien lejos a cualquiera que pueda interferir en tu ritual.
Sírvete una copa de vino. O un te en tu taza favorita. O lo que quiera que te haga feliz. A mí me hace feliz ponerme mi delantal favorito y escuchar mi playlist de desArreglos.
Crea tu ritual, siempre el mismo y repítelo cada vez que llegues a casa con flores.
Entonces empieza tu momento, el de sacar las flores de su paquete. Delicadamente quita las hojas que no sirvan y corta la parte inferior de los tallos. No tengas ninguna prisa. Recréate con cada tallo, siente su fuerza, deja que te inunde de energía positiva.
Después busca un jarrón bonito y pon las flores en agua fresca.
Durante los días que tus flores sigan bonitas en su jarrón, cada vez que las mires te vendrá a la cabeza esa sensación de paz del momento en que las preparaste.
No se en que momento nuestras vidas se convirtieron en un sprint loco y asfixiante. Pero yo aprendí a vivir con las prisas, a darles esquinazo cuando me apetece. Las flores me enseñaron a parar, a saber esperar, a darme cuenta de todo lo que me estaba perdiendo precisamente en mi afán por no querer perderme nada y estar en todas partes a la vez.
Las flores me enseñaron que al final, no es tan importante que estén arregladas o desArregaladas porque lo verdaderamente importante es disfrutar del proceso.”
Y para que podáis disfrutar de este momento, Anna, que es un amor, quiso regalarnos uno de sus ramos desarreglados para que lo sorteemos entre nuestros seguidores. Y nosotras queremos contribuir con dos de nuestros nuevos jarrones, porque hemos descubierto el placer de tener flores frescas en casa, y que cómo dice Anna, no hace falta comprar un ramo carísimo. Nos encanta colocar pequeños jarrones por aquí y por allá, creando bonitos bouquets en diferentes habitaciones. Además últimamente hemos traído nuevos modelos de jarrones que os están encantado y que podéis descubrir aquí. Y para participar en el sorteo, estad atentos porque el domingo por la noche en nuestro perfil de Instagram os contaremos cómo podéis hacerlo. ¡Mucha suerte!