MI MOMENTO SLOW 2

Hace dos semanas te presentábamos #mimomentoslow . Un hashtag para compartir ese momento especial del día donde disfrutar de las pequeñas grandes cosas. Desde entonces la galería ha ido creciendo y llenando de images preciosas pero también de las diferentes formas de vivirlo… ¡No te lo puedes perder! Pásate por Instagram y descúbrelo. Aquí como adelanto, te dejamos el momento slow de cuatro estupendas mujeres, ¡disfrútalo!

Emma (@about_emma_blog)

“esta propuesta que nos habéis hecho para que mostremos nuestros momentos slow, me ha hecho pensar. Por lo general asociamos esos instantes a la tranquilidad absoluta, a la búsqueda de esa paz y ese tiempo, generalmente en soledad, que parecen arrebatarnos sin piedad las prisas de nuestras rutinas diarias. Sin embargo al pensarlo más a fondo, me dí cuenta de que mi momento slow más preciado no es aquel en el que cojo un lápiz y me pongo a dibujar en soledad, ni tampoco aquél en el que puedo desayunar con calma o leer un libro, o la parte del día en la que consigo dar un paseo por las callejuelas del casco histórico de la ciudad donde vivo o visitar una exposición cualquiera. Tan bonitos y placenteros como son todos ellos, siguen si ser mi momento perfecto, porque me falta algo esencial: mis pequeños.”

“Por eso mi momento slow favorito es sin dudarlo la mañana que me despierto y sé que no va a haber prisa alguna por comenzar el día, que todo fluirá a su ritmo natural, sin órdenes ni miradas impacientes al reloj y que en ese preciso instante dispongo de todo el tiempo del mundo para pararme a mirar a mis hijos sin pensar en nada más…”

“Y si nos ponemos y tengo un buen desayuno esperándome pues mejor que mejor!”

 

Josie (@josie_vp)

“Hace tiempo decidí vivir de otra manera, tomarme la vida sin prisas, y hacer mi trabajo con la pausa y el cariño necesario para que sea artesano y fiel a mi modo de vida, y así cuando estoy trabajando en cualquier momento del día, hago una pausa sin más, me acerco a esa pequeña ventana y miro al exterior… todo paz, solo el suave murmullo del río, los pájaros revoltosos… algún perro en la lejanía se escucha, o el tintineo del campano de las ovejas… nada más y todo…”

” Y así, a un paso de mi puerta, tengo toda la vida que quiero y necesito, un mundo por descubir, por vivir.. sin más. Para mi, no necesito más, y cuando quiero lo tengo todo a un golpe de click, encontrar a amig@s por el mundo donde compartir ideas, amistad, inquietudes o unas risas… slowlife”

 

Dolors (@plans4you)

“He elegido uno de mis momentos slow predilectos porque en él confluyen tres de las cosas que más me gustan en esta vida: el tiempo sin horarios con mi familia, la naturaleza y la fotografía. Por desgracia no siempre están al alcance de nuestras manos, al menos no tanto como nos gustaría (cosas de vivir en la gran ciudad) pero quizás, precisamente por ello, cuando tengo la oportunidad de reunirlas a las tres en un mismo momento, lo disfruto tan intensamente. ”

“Las imágenes las tomé este invierno en uno de nuestro paisajes favoritos, con los Pirineos al fondo. Jugar a “hacer ranitas” tirando las piedras al agua e intentando que éstas den más de un saltito sobre la superficie se ha convertido en uno de los retos al aire libre más divertidos para mis hijos; y también para mi, ya que sólo viéndoles las caras e inmortalizando esos recuerdos con mi cámara me lo paso igual de bien o mejor que ellos. Porque, ellos no los saben, pero a través de mi objetivo tomo consciencia de ese momento único y fugaz que es el presente y saboreo cada risa y cada clic hasta el infinito. Después de un break como este, regreso a casa feliz con mi tesoro. Y así es como de un momento slow sale otro más. Porque editar, montar un vídeo o un álbum o, simplemente, ver las fotos con los protagonistas y rememorar el momento tomando un aperitivo constituye otro de mis momentos slow favoritos. Y es que de eso se trata #mimomentoslow, de coleccionar tesoros, en forma de vivencias únicas que nos llenen, nos relajen y nos regalen sonrisas cada día.”

 

María (@mariaschmetterling)

” Es difícil salirse del ritmo acelerado de nuestra sociedad, pero es necesario, yo diría que imprescindible para poder saborear todo lo que nos rodea sin la sensación de que nos estamos perdiendo algo. Llevar un ritmo más sosegado me aporta tranquilidad, serenidad y equilibrio. Tengo la suerte de que en casa siempre se vivió con ese ritmo lento, ese disfrutar de las pequeñas cosas que nos rodean.”

” Uno de mis momentos slow del día es por la tarde, cuando llego del trabajo y me doy un paseo con mi perro Tango por el campo. Ver atardecer paseando entre los olivos, las viñas y el campo sembrado de trigo me relaja y me carga de energía positiva.”