Ya sabes que estos post más técnicos en los que te damos tips los escriben mano a mano Pilar, nuestra interiorista de cabecera, y Tete, que pone la experiencia adquirida tras tantos años tras el mostrador de una tienda física de iluminación.
Al poner las ideas en común sobre el post, comentaba Pilar: “Convierte la casa en tu refugio personal. Éste es siempre mi primer consejo a la hora de iniciar un proyecto de decoración. Y es que sentirnos plenos y felices al cruzar la puerta de casa debería ser más que vital en nuestra rutina diaria. Uno de los tips más efectivos y, en mi opinión, imprescindibles, es acompañar la deco de un buen proyecto de iluminación que otorgue la importancia que se merece a la iluminación indirecta en casa, esa que nos traslada calidez, esa que más que verse se siente.”
Y dicho ésto te vamos a hablar de las luces indirectas, esta vez las vamos a tratar desde las distintas estancias de la casa.
LUCES INDIRECTAS POR ESTANCIAS
Adores o no el otoño, no podemos negar que al arrancar la estación se nos escapa la luz natural poco a poco, los días se van acortando y la potencia de la luminosidad mengua inevitablemente.
Nos espera el momento cocooning, ¿conoces esta corriente? ¡Es magnífica! Aboga por el placer de quedarse en casa voluntariamente, de transformar nuestro hogar en un espacio cómodo, cálido y acogedor que no queramos abandonar, que invite a disfrutarlo en soledad, o en compañía siempre elegida.
Conseguir una decoración cocooning es fácil si contamos con materiales cálidos, tejidos calentitos y mantas por doquier…. Pero lo más importante es el tratamiento que hagamos de la luz para alcanzar este efecto tan buscado, crear la atmósfera perfecta que ayude a romantizar uno por uno todos los ambientes de la casa e incluso alcanzar con este sentimiento los pequeños gestos cotidianos.
Apuesta por las luces indirectas en el salón
El eje alrededor del que todo gira en casa es sin duda el salón comedor, escenario principal de prácticamente todas las actividades que realizamos a lo largo del día. Es uno de los ambientes que más tipologías de iluminación necesita para adaptarse a cada momento, una luz general, luces de trabajo, luces puntuales de lectura, para las comidas… Y por supuestísimo, luces indirectas que aporten ambiente, insisto, que romanticen esos ratitos de ocio y relax tan valiosos a lo largo o al final del día.
¿Cómo alcanzar esa iluminación tan apetecible? Muy fácil, con puntos de luz cálida que generen luz de ambiente. Podemos hablar, por ejemplo, de lámparas de mesa de diversos tamaños repartidas estratégicamente, de pequeños apliques de pared con un cálido haz de luz o de lámparas de pie colocadas, por ejemplo, bañando de luz un rinconcito.
Grandes aliadas, además, para generar un ambiente calmado y acogedor son las pantallas, que además de tamizar la luz a nuestro antojo, y según su tejido, se convierten en puntos focales decorativos aptos para ser actualizados cada poco tiempo sin grandes inversiones.
Ahora ya lo sabes, el poder de la iluminación es enorme.
Iluminación indirecta en la cocina
Si en el salón comedor realizamos tareas diversas, la cocina se lleva la palma: son múltiples las actividades a realizar en este espacio y cada una de ellas necesita una luz específica.
Aquí elaboramos nuestras mejores recetas picando y cortando, cocinamos a fuego lento, tomamos un café en el office con la vecina, estudiamos con los pequeños de la casa, desayunamos el sábado en familia… etcétera, etcétera, etcétera. La cocina es mucho más que un lugar donde cocinar, válgame la redundancia, y gracias a una iluminación indirecta muy muy cuidada podemos conseguir generar esa sensación de calidez que hace que la fiesta siempre termine en la cocina.
Una lamparilla de luz suave sobre el aparador, por ejemplo, o una de techo de luz cálida en el office, ayudarán a prolongar un poquito más el letargo al levantarnos sin deslumbramiento o a ir calmando a los niños durante la cena. ¿Y por qué no uno o dos apliques en este espacio? Rompe con lo establecido y deja que los modelos más románticos y atractivos entren en tu cocina, ¡verás qué cambio!
Ilumina tu dormitorio con luces indirectas
Y llegamos al refugio personal por excelencia, a nuestro reducto de paz y sosiego. No se tú, pero para mí, un ratito en mi dormitorio en momentos de cansancio o estrés, me ayuda a resetear y relajarme en un pispás.
Es sin duda aquí, donde el efecto cocooning cobra más fuerza, podríamos hablar del núcleo de la corriente desde donde parte todo. Por este motivo no tienen cabida luces potentes que nos alteren, en cambio, nos decantamos a tope por una iluminación sugerente, y vuelvo a ello, romántica, que genere sensación de “por fin estoy en casa, qué gusto”. Son las luces indirectas las mejores amigas para alcanzar el éxito en estos términos, apliques de pared con pantallas de tela, lamparillas que iluminen sin deslumbrar… Incluso una lámpara de pie en las zonas de paso ayudará a guiarnos hacia el descanso.
Esmérate, una iluminación apropiada obrará maravillas en tu dormitorio.
Juega con las luces indirectas en el baño
A pesar de las constantes prisas por la mañana, inevitables por cierto, el cuarto de baño se convierte en nuestro spa privado en los momentos de ocio y calma.
Que levante la mano aquel que no suspire por un baño relajante y aromático un domingo por la tarde. Para estos momentos tan nuestros conviene jugar con la iluminación indirecta en el baño, toques de luz suaves que iluminen sin demasiada potencia, no se trata de ver sino de sentir.
Podría bastar con reguladores de intensidad en los focos del techo, por ejemplo, o ¿por qué no? Con una lamparilla en un rincón para el momento “baño a puerta cerrada”. Deja volar tu imaginación y alcanza la categoría del spa en casa.
Con todos estos consejos ya puedes sumergirte en nuestra web y elegir modelos a la última para aportar calidez a toda tu casa y si tienes dudas, ya sabes, escríbenos.