La Casa El Bálsamo

No os voy a engañar, nos hace muy felices publicar hoy este post. Por muchas razones. Primero, porque es un proyecto precioso, como pronto podréis descubrir. Un sueño que lleva meses gestándose y del que con orgullo nos sentimos partícipes, porque algunos de nuestros productos decoran ya sus preciosos espacios. Y por venir de quien viene, Paula Gómez, a que muchos conoceréis por su perfil de Instagram (@paulita_go) y por ser una de las socias creadoras de la marca de ropa de niños Mi Canesú. Paula es una chica joven, emprendedora, vitalista y una verdadera curranta, Le encanta cuidar cada detalle de su casa, de la vestimenta de sus niños y casi diría que de todo lo que toca. Por eso La Casa El Bálsamo es un lugar tan especial…

Paula y su familia ya contaban con cierta experiencia en este mundo. Con mucha gracia, nos contaba que la gran pasión de su madre es comprar casas antiguas y restaurarlas con sus propias manos (aunque en realidad sus padres tienen su agencia de Marketing Digital) y que hace años se iniciaron en el negocio de las casas rurales. A esto se suma que el lugar donde vive toda la familia, Belmonte, es un pueblo muy conocido por su pasado medieval, y Paula nos contaba que todavía quedan en el casco viejo edificaciones muy singulares, que conservan las características arquitectónicas de las casas señoriales, con techos altos, vigas imponentes y maravillosos suelos hidráulicos…

Desde hacía años, su madre había tenido un flechazo con Casa El Bálsamo, pero el edificio estaba en unas condiciones deplorables y toda la familia le decía que meterse en esa obra sería muy complicado. Pero ella es tan tenaz como Paula, y en mayo del año pasado dio el pasó y compró el solar, decidida a convertirla en uno de los proyectos rurales más especiales de la zona. Lo que quizás más os sorprenda es que ha sido la familia la que con sus propias manos ha participado en la restauración, con la ayuda por supuesto de profesionales para que el resultado de la obra fuese perfecto. Pero todo el invierno han sido sus propios padres los que estuvieron desencombrando el edificio. La idea era construir un verdadero refugio, donde sus huéspedes pudieran disfrutar, relejarse y desconectar en uno de los pueblos medievales más bonitos de nuestro país. Así que si estáis planeando una escapada, atentos a nuestro post de hoy.

El Bálsamo era una casa solariega del siglo XVI, (de hecho, está registrada como la casa número 12 que se construyó en Belmonte) por ello la idea fue conservar muchos de los elementos estructurales que se encontraron en el edificio. Como las cuevas centenarias que posee la casa y que fueron excavadas en origen a cincel. Una de ellas ha sufrido una transformación espectacular para convertirla en una piscina climatizada, con el agua a una maravillosa temperatura de 30 grados. Uno de los secretos que esconde Casa El Bálsamo, pero visitando sus rincones encontrarás muchos más.

Una vez finalizada la obra, quedaba otro de los aspectos más divertidos para ellos: amueblarla! A los padres de Paula les encanta desde hace muchos años visitar mercados, almonedas y anticuarios de España y Portugal, buscando muebles antiguos, para luego restaurarlos. Así que como nos ha contado ella, contaban con una colección de piezas muy especiales, de diferentes estilos y procedencias, y el resultado ha sido un Mix & Macht con un encanto increíble.

En El Bálsamo además vais a encontrar distintas estancias para alquilar de forma individual: podéis encontrar 2 apartamentos, en este caso compuestos por habitación principal, y una habitación con con dos camas, junto a una pequeña cocina y un baño. Una opción ideal para una pequeña familia. Si lo que buscas es una escapada romántica tienes la opción de elegir entre 7 preciosas habitaciones, con baño (e incluso opción de cama extra) Pero debido a su gran capacidad, es la fórmula perfecta si buscáis un lugar para reuniros con vuestro grupo familiar o vuestros amigos, porque podéis alquilarla en su totalidad, ya que cuenta con una capacidad de hasta 30 personas.

Las habitaciones son muy acogedoras y originales, siempre en colores luminosos y suaves, que crean espacios alegres y relajantes. Las fibras naturales, el ratán, la madera, combinados con textiles, detalles delicados como las coronas de flores diseminadas por todas las estancias, los útiles rurales y los muebles vintage han conseguido crear una atmósfera muy especial y llena de personalidad.

Nosotros ya estamos buscando fecha para escaparnos unos días a esta maravilla, y poder verlo y disfrutarlo in situ. ¿Qué os ha parecido?

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