No sé si muchos lo sabéis, pero Liderlamp nació gracias al tesón de Tirso, mi padre, que con mucho esfuerzo empezó lo que fue el germen de esta empresa hace 30 años. Hoy hemos querido rendirle un pequeño homenaje con este post. A él y a todos los padres increíbles, divertidos y cariñosos que dedican su tiempo a educar a sus hijos para que se conviertan en unos adultos igual de geniales. Seguro que reconocéis a alguno.
Hablamos de esos padres, en apariencia hombres serios y formales, que leen los cuentos con una voz diferente para cada personaje. Esos que hacen los mejores coros a la interpretación del “Let it go” de la princesa Elsa o que ensayan con nosotros la coreografía de la función de Navidad del cole. Y las veces que sean necesarias.
Esos padres que han aprendido a poner leotardos, medias, abrochar bodies y petos. Y a hacer trenzas, coletas, moños y a peinar crestas, tupés y flequillos. Que se saben mil trucos para que le perdamos el miedo a los monstruos y a los fantasmas, a los columpios altos y hasta a las arañas. Esos papás que se inventan mil recetas divertidas para que comamos verdura o que saben contar una historia para hacer apetecible hasta al mismísimo brócoli.
Y es que se merecen un homenaje, porque son incansables. Porque da igual lo que deban madrugar o lo cansados que lleguen del trabajo: tiene que haber una catástrofe para hacer que se pierdan un partido, un recitar de ballet o un concierto.
Esos padres, esos señores entrañables que tienen esas rarezas que nos hacen tanta gracia. Como las frases hechas y manidas, heredadas de nuestros abuelos, y que sirven para todas las ocasiones. Vamos, las frases de padre que juramos que jamás saldrán de nuestra boca. Porque somos así de ilusos y, algún día, cuando nuestros pequeños lloren pidiendo la pelota, nos sorprenderemos con un rotundo: “Ni pelota ni peloto”.
Y puede que, en realidad, ese sea el mejor homenaje que podamos rendirles. Convertirnos en tan buenos padres como lo fueron ellos, con todas sus rarezas incluidas. Que podamos llevar a nuestros hijos a todos los restaurantes de carretera secundaria del país en los que pongan el mejor pincho de tortilla. Que usemos las palabras modernas que usan ellos, para que vean que somos padres pero enrollados, y que no seamos capaces de entenderlas ni utilizarlas con sentido en ninguna frase. Y que nos dé igual.
Hasta entonces, siempre podemos sonreírles, darles muchos besos, dales las gracias por lo aprendido, hacer que se nos pasen pronto los enfados y llenarles el frigorífico de notas y dibujos. Y también, aprovechando que es marzo, tener un detalle con ellos el Día del Padre. Si no tenéis muy claro qué regalarles, aquí os dejamos algunas buenas ideas que podéis encontrar en la tienda.
Cámara de fotos de madera / Almacenaje Darth Vader/ Neón Love
Lámina working rabbit/Set de bolígrafos/Sobremesa de acero negro
Almacenaje Darth Vader/ Almacenaje Lego grande / Aplique Jedai
