Ya sabéis que nos encanta estar al día de todo lo que acontece en el mundo de la decoración, y no sólo dentro de nuestro país. Siempre nos gusta estar al tanto del trabajo de creadores e interioristas de todos los rincones del mundo. Resulta interesante porque lo que es cierto es que, aunque cada país tenga su sello, en un mundo tan globalizado como en el que vivimos, las tendencias y estilos viajan rápidamente. En nuestra cuenta de Pinterest ya teníamos guardado algunos de sus proyectos, y éste que os traemos hoy nos ha enamorado. Por eso hoy el post está dedicado al estudio de Arquitectura de Interiores de Georgie Shepherd. No es ningún secreto que el Diseño de Interiores Australiano lleva varios años posicionándose como uno de los más originales, frescos e innovadores, gracias a la mislácea de elementos que podemos encontrar en él. Por aquí no es la primera vez que aparece (lo vimos en este post recientemente) y en esta ocasión, os traemos esta reforma, porque creemos que es un ejemplo de cómo un espacio pequeño puede transformarse y “ganar metros visualmente” gracias a un interiorismo inteligente.
Ubicada en en los suburbios de Adeleine, el estudio de Arquitectura de Georgie Shepherd recibió el encargo de reformar un antiguo bungalow de los años 20´y añadir una pequeña extensión trasera, para convertirlo en el hogar de una joven familia de 4 miembros y su mascota. Un gran reto, ya que la construcción estaba bastante compartimentada y se buscaba que que el nuevo espacio tuviese la máxima funcionalidad. Por eso, se reorganizó la planta original, y se inició la remodelación de la parte trasera de la casa existente, expandiéndose hacia el patio y creando un espacio de cocina, un comedor y un baño. Las claves del proyecto para nosotros han sido dotarlo de estilo cierto estilo minimalista, de soluciones de almacenaje a medida y un interiorismo preciso y funcional, que consigue multiplicar visualmente los metros disponibles.
Otro de los aciertos fue apostar por una paleta de color monocromática gris suave en todo el interior, que ayuda a difuminar los límites entre los espacios, lo que es especialmente evidente en la zona de la cocina y la zona de estar. Además se añadieron pinceladas de color cálido, a través de los terracotas y el uso de la madera. La antigua distribución se ha transformado en un espacio abierto, con zonas comunes compartidas, ganando en amplitud y luminosidad. Esa línea minimalista que vemos en la cocina y el comedor se contrarresta enfatizando una iluminación casi escultural (enamorados de la lámpara que cuelga sobre la isla de la cocina) y que se engloba dentro del Mid Century. Además, se incluyeron numerosas soluciones con mobiliario a medida, como el banco bajo la ventana que aprovecha todo ese espacio, o la librería empotrada sobre él.
Un proyecto que nos ha conquistado por sus soluciones inteligentes y por crear un estilo atemporal donde además prima el juego entre interior y exterior, y la comunicación entre ambos espacios ¿y a vosotros? ¿qué os ha parecido el resultado?